Desde que tenía 7 años o menos tal vez, mi madre insistía en llevarme a los conciertos de cámara de la Universidad Santa María. En ese momento, estos eran para mí una verdadera tortura, no entendía cómo mi madre moría por estar impávida frente a ese tipo de música, ni porqué insistía en llevarme. Ella sólo me decía que tal vez me aburriera el concierto, pero que la sensación de la música clásica quedaría en mi corazón y que cuando fuera grande sería una gran compañía.
El viernes pasado la Municipalidad de Recoleta organizó un espectáculo gratuito frente al Cementerio General. Logré vencer el sueño y el cansancio extremo y llegué. Era impactante. Se agradecía todo, la puesta en escena, los detalles, la aplificación... TODO!
Pero a mi lado izquierdo estaba de pie un señor de unos 75-80 años, que tenía el aspecto del típico abuelito borrachito que se pasea por las calles. Pero el hombre era mucho más que eso. El tipo era un alma que se había dejado seducir desde hace tiempo por la música. Era un lírico. Ese hombre, que daba el aspecto de ser muy pobre, vibraba con cada nota, seguía con sus manos el compás de la música, se apiadaba de Micaela, maldecía y amaba a Carmen, entendía perfecto la historia... era un ser increíble! Cuando terminó el espectáculo el señor le daba las gracias a los músicos, miraba atónito a la gente que se iba sin aplaudir sólo para salir 2 minutos antes que el resto... y lloraba como niño. Una señora le dijo que lo admiraba por su amor al arte y él le contestó que eso no era nada, que viera La Traviata, de Verdi, que eso sí era un sueño...!!!
De verdad que fue maravilloso sentir cómo el arte es capaz de impactarnos a todos... Percibir cómo hay miles de veces en que merece nuestro esfuerzo el pararnos de la cama e ir a dejarnos conquistar los sentidos por espectáculos de gran calidad... Saber que mi madre hubiese disfrutado mi emoción ante la ópera que tantas veces insistió en que escuchara a la fuerza... Y gozar al saber también que los seres humanos somos capaces de gozar con Carmen y después con Madonna / Sin Bandera / Bryan Adams y que esto jamás será un problema.
La próxima vez que algo así se presente en algún lugar de Chile espero que puedan ir. Para sentir un poco más la vida, para gozar con esto que en el fondo, nos representa a todos.
Les dejo este video que amo con el alma. Es María Callas (fíjense en la expresión de su rostro al esperar el instante en que debe cantar!!!!), a quien imaginé más de una vez en el escenario el viernes pasado... Ella, la amante más querida de Onassis y con más de 600 joyas a su haber, deliraba con algo que 30 años después un señor un poco entonado, pobre en dinero pero millonario como ella en sensaciones y ya casi sin mucha más vida que gozar, disfrutaría en esencia y le permitiría dar un sentido divino a su existencia...
¡Por Dios que es maravillosa la vida!
Que tengan una gran semana :)
andrée
5 comentarios:
Mil gracias, por recordarnos a las grandes divas... Que estilo.. que voz...
Me encanta esa epoca... de hecho pienso si no soy una reencarnacion de ese tiempo.
Besitos Andreé y a todas!
Pam
Holis, muy lindo lo que compartes con nosotras, a mi me gustaria mucho ir a escuchar alguna vez esa musica, aun no tengo la oportunidad
Saludos y una hermosisima semana pa todas =)
como te entiendo querida :)
yo alucino con mis momentos de arte, es lo único que me llena el alma...
te cuidas ;)
Marli
Andreé querida, definitivamente escribes de manera tan cercana que puedo ver a ese hombre gozando del arte...y sip totalmente de acuerdo las sensaciones dan sentido a la vida!!
Me encanto Cosmo Abril esta muy buenaaaaaa!!!
gracias por darte un tiempo para nosotras. Me levanta el animo leerte querida, igual que sentir que realmente este blog es una cosmo catarsis.
Cariños para todas y les deso una grandiosa semana!
Mariela
CARMEN!
Amo esta ópera. Tus vivencias son parecidas a las mías, Andrée. Mi padre es un gran aficionado a este estilo de música, y puedes presumir que desde pequeñas nos ha llevado a la Santa María (somos de la V región), y ahora último, el panorama de enero de cada año, los conciertos de verano en la Quinta Vergara. Un placer para el espíritu, si me lo preguntas.
Ahora, Carmen tiene un significado especial para mí. Fui gimnasta en la época de colegio, y la introducción a la ópera, era la música obligada de cada competencia. Hermosos recuerdos.
Un abrazo a todas!
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